El proceso de evaluar la calidad del agua incluye el análisis de varios parámetros físicos, químicos y biológicos. Estos parámetros pueden incluir la presencia de elementos químicos como nitratos, el nivel de pH, la turbidez, y la presencia de microorganismos peligrosos. Identificar estas variables nos permite presentar estrategias efectivas para la remediación y gestión del agua, asegurando la sostenibilidad de los recursos hídricos.

Además, la legislación ambiental cada vez más estricta en materia de calidad del agua requiere que las empresas y las comunidades sean proactivas en la implementación de medidas que salvaguarden los cuerpos de agua. Evaluar y mejorar la calidad del agua es un paso esencial para cumplir con estas regulaciones y para avanzar hacia un futuro más sostenible.